Parece que la actual bandera de Kirguistán pronto será cosa del pasado. El cambio no será drástico, pero las razones que justifican la necesidad de modificar la enseña siguen sin estar claras. Todo esto se produce en un contexto de creciente autoritarismo en un país en el que el presidente está aumentando su control del poder.
El 28 de septiembre, el presidente del Jogorku Kenesh (Parlamento de Kirguistán), Nurlanbek Shakiyev, y el diputado Ulan Primov presentaron un proyecto de ley para someter a debate público el cambio de la bandera del país. Según ellos, los rayos del sol representados en la bandera actual se confunden con otros objetos, concretamente con un girasol.
No pasó mucho tiempo antes de que poderosos funcionarios mostraran su apoyo a la iniciativa. Al día siguiente, Cholponbek Abykeev, asesor del Presidente Sadyr Japárov, escribió en su página de Facebook que “la idea en sí [de cambiar la bandera] es correcta”, y se mostró de acuerdo con las comparaciones con el girasol.
Un girasol, la causa de todo lo que está mal

Pese a todo, la nueva bandera propuesta no gustó al presidente, por lo que se modificó ligeramente. Japárov culpó entonces de los fracasos de su país a la supuesta bandera con aspecto de girasol.
“Antes de eso [la propuesta de cambiar la bandera], existía una opinión activa en la sociedad de que nuestra bandera era como un girasol y, con este telón de fondo, el país no podía levantarse de sus rodillas. Incluso ha habido casos en los que extranjeros que vienen a visitarnos dicen que, probablemente, en nuestra república crecen girasoles en grandes cantidades.”
Japárov no dio más detalles sobre los extranjeros que supuestamente confundieron el sol de la bandera kirguiza con girasoles, y que pensaron que el país estaba cubierto por hileras de plantas de pétalos dorados.
“Hablando con franqueza, desde que obtuvimos la independencia dependemos mucho del exterior. Por lo tanto, quizá sea hora de revisar nuestra bandera. Esta práctica existe en muchos estados del mundo cuando se han introducido ciertos cambios en los elementos de la bandera nacional. En cuanto a la iniciativa de los diputados, si se profundiza, no proponen cambios en el concepto de la bandera nacional. Sólo proponen cambiar los rayos del sol para que no haya comparación con el girasol”, declaró también Japárov.
Sin embargo, la relación entre una bandera con aspecto de girasol y la dependencia de Kirguistán del mundo exterior también es algo que debería ser explicado.
Además de Japárov, su estrecho colaborador, Kamchybek Tashiyev, jefe del Comité Estatal de Seguridad Nacional, también apoyó la nueva bandera. “Apoyo el cambio de bandera. Brilla como un rayo de sol. Seamos uno, ¡como un puño frente a nuestra bandera!”, afirmó entusiasmado en su página de Facebook.

La nueva bandera aún no ha sido adoptada. Tiene que pasar el correspondiente trámite parlamentario, donde las fuerzas progubernamentales tienen mayoría.
Sin consenso
The national flag is perhaps the most important symbol a country has. A banner that represents all its citizens and under which they can unite. But is the Kyrgyz public demanding such a change? It does not seem so.
An online poll by the Kyrgyz news website 24.kg shows that only 6% of respondents believe it is necessary to change the flag, with 88% thinking it is not While the poll may have it flaws, it does indicate a clear trend. Nobody was asking for this change.
La bandera nacional es quizá el símbolo más importante que tiene un país. Un estandarte que representa a todos sus ciudadanos y bajo el cual pueden unirse. Pero, ¿exige el público kirguizo un cambio así? No lo parece.
Una encuesta del sitio web de noticias kirguís 24.kg muestra que sólo el 6% de los encuestados cree que es necesario cambiar la bandera, mientras que el 88% piensa que no lo es. Nadie pedía este cambio.
Los diputados de la oposición han expresado su descontento con la iniciativa, afirmando que no era necesaria. “Sustituir 7 millones de pasaportes, matrículas de los coches… En vez de eso, es mejor construir hospitales para niños, guarderías. No hay necesidad de cambiar la bandera. No hay necesidad de dejar que miles de millones [de soms] se vayan por el desagüe. La situación del país mejorará cuando todos los ciudadanos, desde una simple persona hasta el jefe del Gabinete de Ministros y los diputados, sean patriotas”, declaró Tazabek Ikromov.
Para Abykeev no hay que alarmarse. Según él, los cambios tendrían lugar en los próximos 5 a 10 años y no se gastarían miles de millones de soms. Pero Ikromov dijo algo que es verdad.
El ‘Nuevo Kirguistán’ de Japárov
Aunque la iniciativa emanó oficialmente del Parlamento, es difícil imaginar que no contara con la bendición del Presidente antes de ser propuesta. Japárov ya dijo que quiere construir un “Nuevo Kirguistán”, adoptando el término de sus homólogos uzbeko y kazajo. Un “Nuevo Kirguistán” hecho a su medida.
Bajo su mandato, el país aprobó una nueva Constitución en 2021 (apodada Kanstitución, dados los poderes otorgados al presidente) y poco a poco va ganando más y más atribuciones. La última tiene que ver con permitir al presidente anular decisiones del Tribunal Constitucional por vagos motivos morales. Y a esto hay que añadir la presión sobre los medios de comunicación independientes que sufren Azattyk de RFE/RL y, más recientemente, Kloop.
Japarov quiere dejar su huella en el país. Hay una República Kirguiza antes de que él llegara al poder y, si las cosas siguen así, habrá otra diferente una vez que él se haya ido. Y eso incluye la bandera, un cambio simbólico que tiene menos impacto en la vida de la gente que los señalados anteriormente, pero que es un buen indicio de hacia dónde se dirige el país.
