Tayikistán se ha convertido recientemente en el centro de atención de la geopolítica de Eurasia. La nación centroasiática, que ha destacado en la región por su crítica al régimen talibán, volverá a la primera fila de la actualidad al albergar dos forums internacionales en cuestión de horas. Todas las miradas están ahora puestas en Dusambé.
Ha sido un largo verano para Tayikistán debido a los acontecimientos en su vecino del sur. El avance talibán, y la consiguiente huida de soldados gubernamentales y refugiados hacia Tayikistán, convirtió a Dusambé en un actor clave en la región. Al contrario del pragmatismo uzbeko a la hora de interactuar con los talibanes, las autoridades tayikas hicieron frente a los militantes.
Una vez más, mientras Tashkent hacía lo posible por evitar que los soldados afganos cruzasen su frontera, Dusambé no ponía trabas a acoger más de un millar de militares antes de ser desplegados de nuevo por Kabul. El gobierno tayiko también anunció que estaba dispuesto a recibir hasta 100.000 refugiados. Aunque dicha promesa no se cumplió, las declaraciones del presidente tayiko criticando a los talibanes dejaron claro la posición de su país. Tal y como destaca Bruce Pannier de RFE/RL, Tayikistán se convirtió en el crítico más implacable de los talibanes, “diciendo aquello que muchos gobiernos están pensando”. Y eso incluye ejecutivos occidentales. La invitación de Emmanuel Macron a su homólogo tayiko es un ejemplo de ello.
El estatus de Tayikistán en la escena internacional ha mejorado a raíz de su posicionamiento contra los talibanes. Esto se ve reforzado por dos eventos que tendrán lugar este mes en la nación centroasiática.
Dusambé, el centro de Eurasia
Este septiembre la capital de Tayikistán continuará ocupando titulares al albergar las cumbres de dos organizaciones multilaterales.
Entre el 16 y 17 de este mes, los jefes de estado de los integrantes de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) se verán las caras en Dusambé. Imran Jan (Pakistán), Kassym-Jomart Tokayev (Kazajstán), Shavkat Mirziyoyev (Uzbekistán) y Sadyr Japárov (Kirguistán) se reunirán con sus homólogos de los países observadores, Alexander Lukashenko (Bielorrusia) e Ibrahim Raisi (Irán). Aunque no es miembro ni observador, el presidente de Turkmenistán también estará presente.

Son destacables las ausencias del chino Xi Jinping, el ruso Vladímir Putin y el indio Narendra Modi, quienes se unirán por videoconferencia. Estaba previsto que Putin viajase a Tayikistán, pero antes de volar tuvo que aislarse debido a casos de COVID-19 en su entorno.
Afganistán, cuyo representante no fue invitado a pesar de que el país tiene estatus de observador, será el principal tema a tratar durante la cumbre. Es difícil que se logre un consenso, debido a las opiniones dispares de los estados miembros, pero eso no es lo más relevante para Dusambé.

El 16 de septiembre será un día ocupado para algunos de los jefes de estado. En esa misma fecha también se reunirán en la capital tayika los líderes de los países de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC). EL grupo, liderado por Rusia, lleva a cabo este mes maniobras militares en Tayikistán y Kirguistán, con el ojo puesto en Afganistán. Se espera que el vecino meridional también centre las conversaciones de la OTSC.
La llegada al poder de los talibanes en Afganistán ha sido una mala noticia para la región, pero especialmente para Tayikistán. Sin embargo, la más pequeña y pobre de las naciones centroasiáticas ha aprovechado dicho acontecimiento. Al posicionarse como el foco de resistencia contra los talibanes, ha destacado su importancia estratégica, atrayendo no solo a aquellos países de la región sino, significativamente, a aquellos en Occidente. Además, su papel como actor clave se ha visto reforzada al albergar a líderes mundiales de la OCS y la OTSC.
Hasta hace poco, Emomali Rahmón, el presidente tayiko, tenía que hacer frente al preocupante estado de la economía del país así como a la pandemia. El conflicto fronterizo con Kirguistán de esta primavera logró distraer la atención de dichos problemas. Los acontecimientos en Afganistán y el papel de Tayikistán han tenido el mismo efecto. Al mismo tiempo, la posición de Tayikistán ha reforzado la imagen en el extranjero de su autoritario presidente. Aunque las dificultades económicas y sanitarias por las que atraviesa el país siguen presentes, han sido maquilladas por los acontecimientos en sus fronteras.
Tras más de 20 años en el poder, Rahmón está logrando una de sus principales victorias en política exterior. Queda por ver cuánto tiempo podrá aprovecharse de la situación en Afganistán. Es cuestión de tiempo que la comunidad internacional deje de prestar atención a Afganistán y desvíe la atención hacia algún otro escenario. Pero mientras tanto, Rahmón continuará jugando su baza con éxito como ha hecho hasta ahora.