Dos años después de ser vinculada a un pasado centenario de los timúridas, la Universidad de Samarcanda vuelve a estar en el foco de la controversia al ser rebautizada con el nombre de un notorio líder soviético
El 13 de enero, el presidente de Uzbekistán firmó una resolución “para mejorar las actividades de la Universidad Estatal de Samarcanda”. Cambiarle el nombre a la institución es uno de los cambios más significativos. A partir de ahora, la Universidad Estatal de Samarcanda (SamSU) tendrá adosado el nombre de Sharaf Rashidov.
Debido al legado de la época soviética, es común que universidades en Rusia y en otras antiguas repúblicas de la URSS tengan como coletilla el nombre de personalidades importantes. Por ejemplo, de 1961 a 2016 SamSU tenía como patrón al poeta Alisher Navoi (1441-1501). Otros personajes históricos honrados en las universidades uzbekas incluyen a Babur (fundador del imperio mogol), Behzad (pintor de miniaturas de los siglos XV y XVI) o Abdulá Kodiri (escritor del siglo XX), por mencionar algunos. Los nombres se atribuyen a las instituciones situadas en las ciudades de los que eran oriundas dichas personas, como es el caso de Babur y Andiyán, o que están relacionados con sus disciplinas, como el instituto de arte y diseño al que da nombre Behzad. Es por ello que la elección de Rashidov llama la atención.
¿Quién es Sharaf Rashidov?
Rashidov nació en 1917 cerca de Jizzak, en el seno de una familia humilde. Profesor de profesión, luchó en la Segunda Guerra, ascendió en las filas del partido comunista uzbeko y llegó a liderar la República Socialista Soviética de Uzbekistán (RSSU) durante más de 20 años (1959-1983).
A Rashidov se le conoce mejor por la red de corrupción que tejió y mediante la cual desvió miles de millones de rublos de Moscú, falsificando las cuentas sobre la recogida del algodón. El político falleció en 1983, fecha en la cual las autoridades soviéticas comenzaron a investigar la corrupción en la RSSU. Su reputación sufrió un duro revés cuando todo salió a la luz.
A pesar de estos antecedentes, Rashidov fue rehabilitado en el Uzbekistán independiente por el presidente Islam Karímov. Rashidov, según Karímov, personificaba la resistencia uzbeka a las imposiciones de Moscú. Más recientemente, en el 2017, se inauguró un monumento en su honor en Jizzak.
¿Por qué Rashidov?
No está clara la razón detrás de la decisión de Mirziyoyev de renombrar la Universidad Estatal de Samarcanda. Sin embargo, es obvio que ve a Rashidov como un modelo a seguir.
“Sharaf Rashidov se portó bien con la gente, les unió para cumplir importantes objetivos, les mobilizó para hitos nobles. Esta persona noble, sabia y generosa, a pesar de las dificultades, siempre estuvo comprometida con altas ideas humanísticas y dejó buenos recuerdos en la mente de nuestra gente”, declaró el presidente uzbeko durante la inauguración del monumento a Rashidov en 2017.
En su defensa del político soviético, Mirziyoyev llegó a negar su papel en el escándalo del algodón. “En un primer momento, fue enterrado con honores en el centro de la ciudad [Tashkent], pero luego la tumba fue sacada de ahí de manera blasfema. Sus familiares, amigos y estudiantes fueron perseguidos. Estigmatizaron su vida y obra […], falsificaron el llamado ‘caso del algodón’.” No cabe duda que Mirziyoyev es un gran seguidor de Rashidov.
Los más cínicos podrían apuntar a las similitudes entre ambos líderes en lo relativo a la corrupción, algo que afectaría Mirziyoyev y a su entorno. Dejando los escándalos a un lado, la elección de Rashidov sigue siendo inusual.
Nació en Jizzak y pasó la mayor parte de su carrera política en Tashkent. Sí se graduó de la facultad de filología de la SamSU en 1941, aunque la institución tenía otro nombre entonces. Eso es lo único que lo justificaría. Desde un punto de vista profesional, lo principal es su papel al frente de la RSSU y su participación en el escándalo del algodón. Habría sido más razonable poner su nombre a una universidad en Jizzak o en una facultad de políticas.
A Samarcanda no le faltan hijos ilustres que podrían ceder su nombre a la SamSU. Uno que tendría bastante más sentido sería el de Ulug Beg, nieto de Timur (Tamerlán) que gobernó desde Samarcanda. La elección es más obvia teniendo en cuenta que las autoridades relacionaron su madrasa (construida en el siglo XV) con la universidad. Sólo hay un problema, y es que Ulug Beg ya es el patrón de la Universidad Nacional de Uzbekistán, en Tashkent. Si eso es un obstáculo, y siguiendo el rol que juegan los timúridas en el país, podrían eligir al propio Timur. El conquistador hizo de Samarcanda la capital de su gran imperio y, a pesar de sus estatuas, museos y citas, no hay una universidad que lleve su nombre.
Sharaf Rashidov continúa siendo un personaje polémico. A pesar de su rehabilitación desde la independencia de Uzbekistán y la popularidad que pueda seguir teniendo entre los uzbekos, su papel en el escándalo del algodón es demasiado importante para ser ignorado. Poner su nombre a la Universidad Estatal de Samarcanda es un acto controvertido en un país que sigue teniendo importantes problemas de corrupción.