Conflictos fronterizos: reacciones viejas y nuevas

Tal y como los recientes conflictos fronterizos en Asia Central han demostrado, el antiguo juego de echar la culpa al vecino sigue siendo el método preferido por los países involucrados. Sin embargo, Uzbekistán está liderando el cambio gracias a una diplomacia proactiva que supone un soplo de aire fresco en la región.

Las fronteras en Asia Central siempre han sido un tema polémico desde la delimitación soviética de los años 20 pero el conflicto real emergió tras la independencia. Demarcaciones confusas al igual que enclaves y exclaves y la explotación de recursos naturales han desembocado en múltiples episodios de violencia entre poblaciones vecinas en las últimas décadas. Esto se da especialmente en la región de Ferganá, una zona con una alta densidad de población y donde coinciden Uzbekistán, Kirguistán y Tayikistán.

En las últimas semanas dos zonas han visto enfrentamientos de manera casi simultánea: el enclave uzbeko de Soj dentro de Kirguistán y la frontera entre Tayikistán y Kirguistán en la provincia kirguisa de Batken. La reacción de los gobierno involucrados ha sido muy diferente.

Diplomacia proactiva uzbeka

Soj es un distrito perteneciente a Uzbekistan y rodeado por Kirguistán. La región tiene una población de más de 50,000 habitantes mayoritariamente de etnia tayika y un área de unos 350 km². El 31 de mayo, una discusión sobre la propiedad de un manantial entre habitantes de sendos pueblos kirguizos y uzbekos acabó en una confrontación en la que se tiraron piedras y se quemaron casas a ambos lados de la frontera. El coste humano fue de varias docenas de heridos.

Esta no ha sido la primera vez que Soj fue el escenario de intercambios violentos entre ciudadanos kirguizos y uzbekos, ya que en el 2013 los residentes de Soj se enfrentaron a guardias fronterizos kirguizos e incluso tomaron a varios civiles como rehenes. Lo que siguió fue un cruce de acusaciones entre las autoridades de ambos países. No obstante, esta vez la reacción de Uzbekistán fue diferente.

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En una jugada característica de la política proactiva y la colaboración regional del presidente Shavkat Mirziyoyev, el día después del incidente el primer ministro de Uzbekistán, Abdulá Aripov, y el viceprimer ministro kirguizo, Kubatbek Boronov, se reunieron en la frontera. Esa misma tarde, la oficina de prensa de Mirziyoyev anunció que éste había mantenido una discusión con su homólogo kirguizo. Una repuesta tan rápida a la crisis, y con un espíritu de colaboración, no es normal en una región donde la respuesta por defecto es culpar al vecino. Tal y como señala Eurasianet, la forma en la que esto se está resolviendo “atestigua el incremento en la confianza mutua desde los días del difunto líder uzbeko Islam Karimov”.

Echar la culpa al vecino

Mientras que el Uzbekistán de Mirziyoyev está cambiando la forma en la que lidia con los conflictos fronterizos, poco ha cambiado Tayikistán al respecto.

Durante el mes de mayo se han ido sucediendo diferentes incidentes en la frontera tayiko-kirguiza. El 8 de mayo, disparos desde el sector tayiko dejaron a tres guardias fronterizos kirguizos heridos, mientras que el 16 un hombre tayiko fue herido en otro tiroteo y el 27 la autoridades tayikas dijeron que una hombre kirguizo disparó e hirió a una mujer tayika que tuvo que ser hospitalizada. En vez de intentar quitar tensión a la situación, Dusambé acusó a Kirguistán de “intentar desestabilizar”. El 1 de junio, un ciudadano kirguizo fue herido tras otro tiroteo en la frontera.

Los incidentes trascendieron la región cuando el 26 de mayo el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov, se ofreció para mediar. Tayikistán rechazó la propuesta diciendo que “las actividades sobre la delimitación y demarcación de las fronteras son un asunto interno […] y se trata exclusivamente de forma bilateral”. Kirguistán también declinó la mediación rusa aunque con un tono más suave.

La manera en la que Tayikistán ha reaccionado era de esperar. Echar la culpa al vecino y responder tarde es lo normal en la región. Los presidentes de Tayikistán y Kirguistán llegaron a reunirse en el 2019 para rebajar la tensión tras los enfrentamientos en el enclave tayiko de Voruj, lo que entonces fue visto como algo positivo, pero los acontecimientos recientes demuestran que fue un hecho aislado, al contrario de lo que sucede con Uzbekistán.

Desde que asumió la presidencia, Mirziyoyev ha estado estrechando los lazos con sus vecinos, promoviendo una nueva era de colaboración regional. La rápida reacción de Uzbekistán forma parte de esta política, como también lo son las charlas regulares de Mirziyoyev con sus homólogos centroasiáticos o el envío de material sanitario a Tayikistán y Kirguistán. Mientras tanto, Rahmon, que ha gobernado Tayikistán prácticamente desde su independencia, sigue comportándose como la ha hecho en las décadas anteriores. Acusar a Kirguistán de intentar desestabilizar es el último ejemplo.

Lo que estamos viendo es la diferencia entre un enfoque proactivo y de colaboración para resolver asuntos bilaterales y la forma antigua de hacer las cosas, cuando culpar a la otra parte es la primera y, a veces, única solución. Se acaben o no los incidentes en Soj como resultado de las nuevas política de Uzbekistán, lo que está claro es que el presidente uzbeko continúa demostrando una voluntad política de la que está muy necesitada la región.

Es probable que la violencia vuelva a emerger en la zona hasta que se lleguen a acuerdos sobre las fronteras y se resuelvan los problemas locales. La colaboración regional y la voluntad política son claves para que esto acabe sucediendo. Los últimos esfuerzos de Uzbekistán van por buen camino, pero deben de continuar para llegar a soluciones que perduren. Y para que esto ocurra sus vecinos deben de tomar nota de las acciones de Tashkent y seguir sus pasos. Que estén dispuestos a hacerlo o no, esa es otra cuestión.

2 thoughts on “Conflictos fronterizos: reacciones viejas y nuevas

  1. El barbero de Ferganá cambia de trabajo - September 28, 2020 at 5:30 pm

    […] a estar en el disparadero por la forma que trató a los habitantes del exclave uzbeko de Soj, escena de violentos enfrentamientos con el vecino Kirguistán. El gobernador no fue bien recibido en Soj, una zona abandonada en gran medida por las autoridades, […]

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  2. El tour regional del ministro de Exteriores de Uzbekistán | Blue Domes February 22, 2021 at 9:54 am

    […] Uzbekistán en la política regional. Uno de los mayores éxitos de Shavkat Mirziyoyev ha sido su proactividad en la política exterior con sus vecinos. Nos hemos acostumbrado a que Mirziyoyev hable […]

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