El controvertido gobernador de Ferganá abandonará su puesto en la provincia oriental por una oficina ministerial en Tashkent. Todavía no está claro si su nuevo trabajo como viceprimer ministro es un ascenso o una forma de apartarle de los focos.
El mandato de Shuhrat Ganiev al frente de Ferganá ha llegado a su fin tras 9 años. Tal y como informaba Gazeta.uz, Ganiev ha sido nombrado viceprimer ministro responsable del sector agrícola y alimenticio, sustituyendo a Uktam Barnoev, que falleció recientemente a causa de la COVID-19. A Ganiev le sucederá Jairula Bozorov, hasta ahora gobernador de la provincia de Namangán.
El nuevo viceprimer ministro es una figura polémica. Durante su etapa al frente del gobierno de Ferganá se hizo famoso por su comportamiento abrupto lleno de amenazas y un lenguaje abusivo. Hace un año, el Senado reprendió a Ganiev después de que se filtrase un audio en el cual amenazaba a sus gobernadores de distrito con quitar los pañuelos de las mujeres en sus zonas para “meterlos en vuestra boca”.
El aviso de la Cámara Alta no tuvo el efecto deseado y poco después, en otro audio, se pudo oír a Ganiev usar un tono similar sobre las barbas. Debido a su particular cruzada contra las barbas largas, que tildó de “feas”, en Blue Domes se le ha dado el apodo de “El barbero de Ferganá”.
Recientemente, Ganiev volvió a estar en el disparadero por la forma que trató a los habitantes del exclave uzbeko de Soj, escena de violentos enfrentamientos con el vecino Kirguistán. El gobernador no fue bien recibido en Soj, una zona abandonada en gran medida por las autoridades, llegando a ver como sus conciudadanos le tiraban piedras. Ganiev respondió como uno espera de él: amenazando con aislar al exclave y encerrar a los manifestantes.
¿Ascenso o degradación?
La salida no supone una sorpresa. Este verano llegaron a circular rumores sobre su destitución. En vez de ser despedido, Ganiev ha cambiado de trabajo, ¿pero para su beneficio o detrimento?
A pesar de ser un lastre en términos de relaciones públicos en un momento en el cual Uzbekistán está tratando de mejorar su reputación en el extranjero, Shuhrat Ganiev ha aguantado en su puesto hasta el día de hoy. ¿Por qué? Como dice Bruce Pannier de RFE/RL, “Ganiev parece ser uno de esos funcionarios uzbekos a los que, por alguna razón, es imposible despedir”. Lejos de ser un país en el que el presidente disfruta de un poder ilimitado, Uzbekistán es una nación con una estructura de poder compleja, con múltiples actores que juegan diferentes papeles, desde políticos a hombres de negocios y capos de la mafia. Esto podría explicar por qué le ha llevado tanto tiempo al presidente uzbeko mover a Ganiev.
Sin información desde dentro es difícil saber si su mudanza a Tashkent le beneficiará o no. Por un lado, cede el control de una de las regiones más populosas de Uzbekistán, donde a buen seguro ha creado su propia red de poder, dado que antes de ser nombrado gobernador en el 2011 ya fue vicegobernador durante tres años. Por otro lado, en Tashkent estará más cerca al centro del poder y disfrutará de un puesto como viceprimer ministro. Sin embargo, a priori parece que sale perdiendo con el cambio.
Hay otra forma de interpretar el nombramiento. Al tenerle en la capital, ¿está el presidente siguiendo el consejo de Michael Corleone de “tener a tus amigos cerca, y a tus enemigos todavía más cerca?” Al sacarle de Ferganá, Shavkat Mirziyoyev podría también estar enseñando músculo. O puede que simplemente haya encontrado un sillón cómodo para Ganiev donde no ocupe titulares.
Sea cual sea la razón detrás del cambio, merecerá la pena estar al tanto del comportamiento futuro de Ganiev.
[…] su autoritarismo y matonismo. Este fue el caso del antiguo gobernador de Fergana, Shuhrat Ganiyev, ahora viceprimer ministro. Zoyir Mirzayev no se queda […]