El tour por Asia Central del Emir de Catar

El Emir de Catar ha viajado a cuatro de las cinco repúblicas centroasiáticas, poniendo de relieve el papel que los países del Golfo pueden desempeñar en la región. El monarca regresó a Doha con un gran número de acuerdos y memorandos firmados, así como con amables palabras de los dirigentes centroasiáticos.

A principios de junio, el Jeque Tamim bin Hamad Al Thani emprendió una gira que le llevó a Uzbekistán, Kirguistán, Kazajstán y Tayikistán. En cada uno de los países fue recibido por los respectivos presidentes y firmó acuerdos para mejorar los lazos entre su nación y las repúblicas centroasiáticas.

Uzbekistán: inversiones millonarias y Afganistán

Samarcanda fue el punto de entrada del Emir en la región. Acompañado por el Presidente Shavkat Mirziyoyev, visitó los principales monumentos de la ciudad antes de ponerse manos a la obra. Ambas partes alcanzaron un acuerdo para fomentar la participación de empresas cataríes en la ejecución de proyectos de inversión en una amplia gama de esferas, desde la energía y el gas hasta el turismo y la agricultura, por un valor de 12.000 millones de dólares. No es de extrañar que el presidente uzbeko considerara a Catar “como nuestro prometedor socio no sólo en la región de Oriente Medio, sino en todo el mundo árabe-musulmán”.

Además del papel que las empresas cataríes pueden desempeñar en Uzbekistán, el tránsito fue uno de los principales temas tratados, incluido el la posibilidad de establecer vuelos regulares entre Doha y Tashkent. Afganistán también figuró en el orden del día, y ambas partes insistieron en la necesidad de comprometerse de forma pragmática con Kabul y plantearon la posibilidad de colaborar en el ferrocarril trans-afgano. El tema de Afganistán es de gran importancia para Tashkent, sobre todo a raíz de la construcción del canal de Qosh Tepa y los recientes enfrentamientos fronterizos con Irán provocados por la escasez de agua. Todavía está por ver qué papel puede Doha desempeñar en la relación uzbeko-afgana, pero es una posibilidad interesante.

En total, el Emir y el Presidente firmaron 15 documentos antes de que el monarca catarí volara al vecino Kirguistán.

Kirguistán: más acuerdos de cooperación

En Bishkek, el Jeque Tamim bin Hamad Al Thani fue recibido por el Presidente Sadyr Japárov con un espectáculo folclórico, águilas y jinetes incluidos. Al igual que en Uzbekistán, el Emir hizo turismo y visitó el Parque Natural de Ala-Archa.

“Es usted el primer líder del mundo árabe que visita Kirguistán […] Cooperamos estrechamente en el marco de la ONU, la Organización de Cooperación Islámica y otras organizaciones internacionales y nos prestamos apoyo mutuo en los organismos electorales. Es gratificante que hoy se firmen documentos bilaterales entre nuestros Estados en diversos ámbitos”, declaró Japárov antes de que tuviera lugar la habitual ceremonia en la que ambos dirigentes firmaron 13 acuerdos de cooperación.

Contrariamente a lo ocurrido en Samarcanda, no se mencionaron grandes cifras de inversión. Kirguistán no ofrece a Catar las mismas oportunidades en este sentido que Uzbekistán. Entre los documentos firmados, destaca uno relacionado con la “cooperación en el ámbito militar”. Kirguistán, bajo el mandato de Japárov, ha estado reforzando sus capacidades de defensa, sobre todo con drones de fabricación turca, y es significativo que ambas partes hayan acordado impulsar los lazos en materia de defensa. Sin embargo, es difícil saber en este momento cómo se materializará. Este no fue el último acuerdo de este tipo que firmó el Emir durante su gira.

Kazajstán: un Águila Dorada para estrechar relaciones

El siguiente destino del Emir fue Kazajstán. Más que firmar nuevos acuerdos, el objetivo de esta etapa del viaje fue la de consolidar la relación actual entre Doha y Astaná. “Durante este tiempo hemos establecido una estrecha colaboración interestatal y un diálogo político constructivo, basados en los lazos de una amistad tradicional y una asociación sólida. Estamos deseosos de seguir reforzando los lazos bilaterales”, declaró el Presidente Kassym-Jomart Tokayev durante su reunión.

La visita se produce unas semanas después de que el Primer Ministro kazajo, Alikhan Smailov, se reuniera con el Emir al margen del Foro Económico de Qatar en Doha. Entonces, Smailov propuso aumentar la exportación de 60 productos por valor de 243 millones de dólares. El kazajo destacó que el comercio biletaral en el primer trimestre de 2023 se multiplicó por más de 17 con respecto a 2022, y que las inversiones cataríes en Kazajstán se triplicaron el año pasado.

Durante su estancia en Astaná, el Emir fue condecorado con la Orden de Altyn Kyran (Águila de Oro), la más alta condecoración estatal de Kazajstán, y asistió al Foro Internacional de Astaná.

Tayikistán: una inauguración con retraso

Después de Kazajstán, el Emir voló a Dushambé y se reunió con el Presidente Emomali Rahmon. En las conversaciones oficiales que tuvieron lugar en el imponente Palacio de la Nación, ambas partes señalaron la energía hidroeléctrica, la alimentación, la minería, la agricultura y el turismo como áreas importantes para la cooperación bilateral. No es de extrañar que la energía hidroeléctrica encabezase la lista de prioridades del régimen tayiko. Su principal proyecto de infraestructura es la presa de Rogun, y a buen seguro que Dushanbe acogería con satisfacción la inversión catarí para el proyecto.

Tras las conversaciones, las partes firmaron 15 documentos. Entre ellos, al igual que en Kirguistán, figuró un acuerdo entre los ministerios de Defensa para la cooperación militar. Contrariamente a lo ocurrido en Samarcanda, no se mencionó públicamente a Afganistán.

Este viaje del Emir llega con tres años de retraso. En un principio, estaba previsto que el monarca catarí asistiera a la inauguración de la nueva Mezquita Catedral de Dushanbé en agosto de 2020, pero la pandemia lo impidió. Doha financió el 70% de los 100 millones de dólares que costó construir la mezquita, la segunda más grande de Asia Central con capacidad para 133.000 fieles. Finalmente, tres años después de su construcción, el edificio fue inaugurado oficialmente por el Emir.

¿Y qué hay de Turkmenistán?

Turkmenistán no figuraba en el itinerario del Jeque Tamim bin Hamad Al Thani como parte de su gira por Asia Central. ¿Fue esto un desaire a Ashgabat? Hay dos maneras de abordar esta cuestión.

A principios de este año, el líder del pueblo turcomano, el ex presidente Gurbangulí Berdimujamédov, recibió a un miembro de la familia real catarí, el Jeque Faisal bin Nasser bin Hamad Al-Thani, que parece gestionar la relación del país con Ashgabat. No está claro si éste se encontraba en la capital turcomana en representación del gobierno catarí o por motivos personales.

Tal vez no quedara mucho que discutir entre el Emir y el dúo padre-hijo turcomano y después de la visita del catarí, por tanto, no tuviera sentido que viajara al país. O también podría ser que, por razones desconocidas, el monarca decidiera a propósito evitar visitar el país.

Los países del Consejo de Cooperación del Golfo ofrecen a Asia Central otro medio de diversificar su política exterior. Con fondos disponibles para invertir en diferentes sectores, son un socio bienvenido en la región, aunque hasta ahora Kazajstán y, en menor medida, Uzbekistán han sido el foco principal de sus intereses. El viaje del Emir de Catar a Asia Central es un recordatorio del papel que su país y sus vecinos pueden desempeñar y de la importancia que la región puede tener para ellos como punto de tránsito y nuevos mercados potenciales.

Fuente de la foto principal: Servicio de prensa del Presidente de Uzbekistán

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